sábado, noviembre 19, 2005

Nacida para ser fan

Hace ya muchos años, mi amigo y ex-conviviente Melrose, Checho; me dijo que mi cita -título del post- era un buen título para un cuento o algo así. Yo creo que suena más a título de memorias de una groupie como Pamela Des Barres, que al post de alguien tan común y silvestre como yo. El asunto es que es cierto. Desde que tengo uso de razón que he sido fanática de algo.
Primero fue el Jappening con Ja, los domingos y durante la semana Los Ángeles de Charlie, Starsky y Hutch, Columbo, Los Dukes de Hazzard y Chips. No me los podía perder. Hacía mis tareas como bala para instalarme frente a la TV por horas.
Robotech cambió para siempre mi percepción televisiva. De simple espectador, pasé a fan incondicional. Grabé en VHS la serie completa. Metí en el cuento a mi mejor amiga molinense -Betty- y a mi primo -Jani- como backup en caso de no poder grabarlo yo misma. Cuando había apagones, me daba ataque pensar que me iba a faltar ése capítulo. Agarraba mis pilchas y partía -a veces con video y todo- a la casa de quién pudiera. Lo mismo pasaba cuando el video estaba malo. Hinchaba a mi papá con pataletas y lloriqueos hasta que por cansancio, se levantaba y partía a arreglar el bendito aparato.
Luego de Robotech -a eso de los 15 años- llegó una nueva obsesión: Alberto Fuguet. Mientras veía Más Música, entre video clip y otras estupideces, apareció él. Fue amor a primera vista. En ese entonces, Fuguet era un jóven periodista que, además de escribir con seudónimo una columna con la que me había obsesionado tiempo atrás -Enrique Alekán-, acababa de publicar un libro de cuentos llamado Sobredosis. Partí rauda a las librerías y me compré el libro al instante. Algún tiempo después descubrí que era él el rostro de Enrique Alekán y mi amor llegó al techo. Me compré el libro con sus columnas, recorté cada artículo sobre él, grabé todos los capítulos de ENE TV en que aparecía, le escribí muchas cartas que nunca contestó, obligué a mi familia a visitar la Feria del libro del '94 sólo para conseguir su autógrafo y hasta el día de hoy lo amo. Él es como mi alma gemela.
Con la llegada de Internerd se produjo una nueva revolución en mi agitada vida de fan. La hasta entonces esquiva información sobre mis obsesiones estuvo finalmente al alcance de mi mano y el ahorro de los bolsillos de papá. Descubrí entonces que había un mar de gente tan o más fanática que yo, con las que podía intercambiar trivia, fotos, música, libros y hasta capítulos enteros de mis series favoritas en foros especializados.
Aún obsesionada con Robotech y Fuguet, descubrí una nueva serie en la cual volcar mis instintos fanatiqueros: Buffy the Vampire Slayer. Estuve siete años pegada al canal FOX gracias al dios Joss Whedon. Lloré cuando Angel se fue y lo seguí en su spin-off; me sentí huérfana cuando Buffy murió (hecho sólo comparable a la muerte de Superman en los cómics) y me pregunté "¿y ahora quién podrá ayudarnos?"; volví a la vida cuando resucitó; cuando los capítulos se hacían insuficientes, corría a los foros por spoilers, etc., etc. El último capítulo ever lo descargué de internet el mismo día en que se estrenó en EE.UU. Estuve despierta hasta las 5 am viéndolo y al día siguiente llegué a la pega con las ojeras más grandes que he tenido nunca y la satisfacción de haber estado presente hasta el final de los finales. Ése día, cuando volví a casa de la pega, luego de la euforia del final, comencé a sentirme vacía, huérfana. En la semana encontré Roswell y me volvió el alma al cuerpo.
Durante mi época Roswelliana, me aseguré de buscar nuevas series antes de que todo terminara. Así me hice fan de Dark Angel, Cupid (Jeremy Piven es genial!), Dawson's Creek, Felicity y Sex and the City. Además de los antes mencionados, también fui fan de Ranma 1/2 y The Wonder Years y aún conservo los capítulos.
Hoy en día, a mis 28 años, mis obsesiones son Gilmore Girls (Pop culte rulez!), Smallville y Verónica Mars. Estoy inscrita en un montón de foros, leo fanfics y de vez en cuando me pregunto qué habría sido de mi vida sin mis fandoms.

3 comentarios:

Sole dijo...

paula!! muy bueno tu blog, no se cual es la esencia para ser fans yo creo que parte por un trastorno obsesivo compulsivo lo cual es normal hasta los 6 años es por eso que los niñitos juntan albumes en mi caso son los programas de tv. Tener o ver todos los capitulos de series o teleseries debo reconocer soy muy cebolla me encanta las teleseries y ahora nuevamente estoy pegada con el clon!!y eso que ya la vi, pero si no la veo un dia de verdad me siento huerfana, con buffy me paso lo mismo y aun tengo la esperanza que faith o la hermana de buffy sean la nueva cazavampiro

Tanky dijo...

sipis...tal parece que nunca superé mi niñez....

Lulet (Julia Mar) dijo...

Muy bueno tu escrito tanky!!!!!!!!!! Realmente genial! (con la última parte me re cagué de la risa!)